Di hola, sonríe, hecha una mirada pícara, levanta los brazos hasta llegar a tocar el cielo, olvida todo lo malo, crea tu propio mundo ideal y simplemente disfruta de la vida y se feliz.

sábado, 9 de junio de 2012


Hasta el día de ayer, mis lágrimas resbalaban por mi mejilla, pero cuando me di cuenta que no vale la pena sufrir, que la vida continúa y que hay que disfrutar el momento, ahí fue cuando supe que sonreír y reír es lo correcto.


Todos vivimos historias inolvidables, muchas con finales felices y algunas con finales trágicos, pero lo que de verdad importa es vivir esos momentos.